Con los primeros
fríos de mayo, apareció dibujada en el cristal la silueta de tu primer
capricho. El cielo estaba más revuelto que nunca, mucho más agitado que
entonces, y en él rompían las olas con furia, con enojo amargo e impaciente. En
el tejado había un piano, y, junto a él, un hombre que no sabía tocar, y, junto
a él, un niño que no sabía escuchar, y, junto a él, un gato sin vida que no sabía
jugar. Hallé una alfombra en el aire, estrecha y azul, entre tu ventana y la
mía, pero no encontré valor para caminarla. Siempre tuve miedo a las alturas. Había
un sombrero colgado en la percha de la pared, muy cerca de la arena de la
playa, y una mesita de noche en el portal.
Con las primeras
nieves de mayo, apareció dibujada en mis manos la huella de tu primera sonrisa.
La calle había llorado esa noche y tenía los ojos hinchados. El semáforo de mi
esquina había perdido la luz verde. Hallé un cuento mal escrito en el suelo del
jardín, entre el río y la montaña, pero no encontré valor para caminarlo. Siempre
tuve miedo a las alturas. En el vagón del tren había un acordeón viejo, y,
junto a él, un cadáver que no recordaba la melodía, y, junto a él, un niño que no
recordaba cómo apartar los ojos, y, junto a él, un muñeco de trapo que no
recordaba el sendero de vuelta. Había una camisa sin botones sobre la silla, en
mitad de las vías, aguardando a que el reloj sirviera el café. Había azúcar en
los zapatos y galletas de madera en los bolsillos del pantalón.
Con los primeros
hielos de mayo, apareció dibujada entre las sombras el contorno de tu primer desaire.
La niebla del amanecer se había dormido en el sofá y me miraba despacio, sin
reproche. Tu ventana no estaba. La montaña no estaba. Sobre el puente había un
violín desarmado, y, junto a él, un músico que fingía vivir, y, junto a él, un
niño que fingía reír, y, junto a él, una gota de lluvia que fingía estar en
calma. Me habría gustado subir a ese puente, pero siempre tuve miedo a las
alturas. Me habría gustado fingirte allí. Y dar color, desde arriba, a este
mundo desencajado.
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