Se ha quedado
solo. Cuando más la necesitaba, la ha perdido. Es un niño grande y vacío. Tenía
una estrella y la ha perdido. El cielo se le ha quedado oscuro. Apenas hay
nubes, apenas hay brisa en la frente de las casas, apenas hay vida ahora en sus
manos vacías. Apenas quiere latir su corazón. Apenas quiere. Es un niño grande
deambulante. Va caminando del dolor al llanto, del llanto al dolor, apenas
descansa, apenas hace un alto, va caminando del dolor al cielo oscuro. La noche
se le ha quedado grande. Apenas ve nubes, apenas oye risas en las barrigas de
las casas, apenas hay vida ahora en sus ojos vacíos. Apenas quiere latir su
corazón. Apenas quiere. Es un dolor grande deambulante. Va caminando de la
herida a su fotografía, de su fotografía a la herida, apenas descansa, apenas
hace un alto, va caminando de la herida al cielo oscuro. ¿Dónde está su
estrella? Hace un momento la tenía, hace un momento lo guiaba. Pero se ha
perdido, pero se ha perdido. ¿Dónde está su estrella? El cielo se ha quedado
solo, como él. Apenas hay luna, apenas hay prisas en las calles, apenas hay
vida ahora en sus gestos vacíos. Apenas quiere latir su corazón. Apenas quiere.
No, apenas puede. Es un lamento grande deambulante. Va caminando del alba al
ocaso, del ocaso al alba, apenas descansa, apenas hace un alto, va caminando
del alba al cielo oscuro.
En la mesita de
noche, el niño grande ha encontrado una caricia abandonada. Es todo cuanto le
queda. Es todo cuanto queda de su estrella. Se ha quedado solo. Cuando más la
necesitaba, la ha perdido. Es un niño grande y vacío. Tenía una estrella y la
ha perdido. Y ahora su propia vida le es ajena. Su noche se ha hecho eterna y
oscura. Se ha quedado solo. El cielo se ha quedado solo. El invierno se ha
quedado solo. Apenas hay nieve, apenas hay frío. Apenas hay vida en su vida
vacía. Está solo. Ha perdido su estrella, ha perdido su alegría. Apenas hay
alma en su abrazo vacío. Apenas hay nada.
Cuánto la
quería... Ahora, apenas le queda nada.
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