Las
notas agridulces de pianos marchitos que componen su melodía, los aromas
desgarrados de que están hechos sus recuerdos; el sol, que apenas deslumbra
hoy; el terciopelo áspero y deslucido de sus manos. La vida, ráfaga de melancólico
y desdeñoso viento, que se filtra entre los dedos.
Si cada
brizna de esa luz que respiro, si cada uno de esos sueños de algodón que me
arropan en mitad de la noche, si cada uno de los besos que guardo en ese
delicioso cofre de párpados e incienso, si se extinguieran, si disiparan su
figura y su aroma... Si la vida no viviera, si la sombra engendrara más sombra,
si me extinguiera, si disipara mi aliento y mi figura... Un día más, una aurora
más, un rumor nuevo. Eso pido.
Me
asomo a la ventana, abismo del pensamiento, y los fragmentos de cristal me
hieren las manos, encuentro horizontes hoy de seda deshilada, crepúsculos
quebrados de un sol moribundo y desconcertado. Y me apiado de esta estrella
fatigada, y me enternece su dolor y su soledad, y me duelen sus lágrimas de oro
fundido.
Te
prefiero risueña a ti, pues, porque así son más risueñas las olas del mar,
porque así sonríen también la arena y la brisa en mis paseos contigo, porque
así sonríe la noche y ya no es fría, porque así late alegre mi corazón, porque
muere, entre latidos, por vivir contigo.
Tu sonrisa
envuelta en papel, regalo tardío que encuentra prematuro unos brazos, el blanco destello que el velo de unos párpados apenas contiene.
:) Excelente...
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