jueves, 31 de mayo de 2018

En un pozo


Soy el minero más pobre, el que excava
sin tino en tu corazón de diamante.
Bajo cada día al pozo más turbio
que existe, al infierno negro que acaba,
que marchita la llama de una vida,
la mía.


Soy el minero más triste, el que vaga
por el túnel frío de tu desprecio.
Sueño cada noche con enfrentarme al
destino, al azar, la suerte que apaga,
que debilita el brillo de unos ojos,
los míos.


Soy el minero más loco, el que amaga
sonrisas mientras golpea la piedra
de tu alma, el que te disculpa en secreto.
Vuelvo cada día al pozo, mañana, al
pozo enlutado que alienta una vida,
la mía.


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